Yoandi Dihigo Galzagorriz

Amo mostrar el mundo a través de mi lente. Es un arte y una manera de descubrir a los demás lo que quizás no puedan ver. Lo que se escurre a los sentidos, lo latente, lo que por consabido parece haberse olvidado, la tremenda belleza en el dibujo de las nubes, la luz que nos acompaña…Mi tierra cubana, mi familia, mis colegas de profesión me han enseñado a percibir la magia de la vida a través de sus paisajes o de sus escenas y, sobre todo, a través de sus rostros. ¡Cuántas historias tras un rostro! Y cuántas almas en cada piel.

Desde un profesor hasta una amiga, también aquel señor callejero, mis padres o mis hermanos o aquella señora que ríe a carcajadas ante la vida. Son aquellas almas que me permitieron traspasar el umbral de sus intimidades, ir a su son, adentrarme y captarlas. Y ahí está mi principal afán:  en revelar el matiz, la huella epitelial, el ADN, una leyenda y ese verso condensado que se escribe en cada rostro.