Maní tostado salado y garrapiñado, típico de Cuba encontrarte en cualquier esquina, parada de autobús, salidas de escuelas o centros de trabajo a ese señor o señora con sus cucuruchos, pregones y cantos. Todo cubano aprovecha el momento y compra su cucurucho de maní, desde el niño hasta el viejo, es el vendedor ambulante más cotidiano y popular en nuestras calles. ¿Quién no se ha comprado un par de cucuruchos de maní? Necesarios han sido a veces los maniseros, para aliviar el hambre del momento, para ocupar el tiempo de espera o de ocio en algún lugar, para compartir como bocadillo entre amigos o compañeros de trabajo. Y como dice la canción “caserita no te acuestes a dormir sin comerte un cucurucho de maní”, quien escucha esa canción, escucha a Cuba.
Felicidades, excelente trabajo.. magnífica obra♥️