lectura
lectura

lectura

Notas finales para IYAWO

Mi fotografía es un homenaje a mis creencias y mis raíces, a mi tez negra y mi religión, al sudor que dejó África en mi país y de la que hoy formamos parte.

 Me definen caracoles, signos, antepasados, lenguajes, firmas y tratados.

Iyawo recién consagrado en la religión Yoruba

El iyaboraje es un periodo de tiempo estipulado de un año donde el iyawo (sacerdote de Osha, esposo/esposa del santo) abre las puertas del decurso de su vida como santero y debe vestir en ese tiempo de blanco completamente, solo adornando su cuerpo con los colores alegóricos de collares que representan a cada uno de los orishas (santos) que recibió. Esto sucede con el apoyo de sus padrinos de consagración auxiliados por un Obba (rey de la religión) o Babalawo (sacerdote de ifa). 

Desde que defines tu ángel de la guarda y sientes en ti esa fe que te auxilia y te apoya, aunque nunca te consagres, empieza el iyaboraje

Después vienen ceremonias, tratados, el día de Itán que envuelve un proceso importante donde se pactan compromisos con cada uno de los orishas que han venido en tu apoyo o auxilio –siéndote un asiento de salud, firmeza, alegrías…– o a librarte de todo lo contrario. Es impresionante todo lo que vive una persona en tan solo una semana que es la parte más importante del inicio del iyaboraje.

Un ser que va hacia la luz Iyawo

Esta exposición la encaminé a todas las personas que no conocen sobre mi religión y sobre todo de esta etapa. A aquellos que ven un iyawo en las calles y los tildan como sinónimo de brujería sin saber toda la belleza y la seriedad que esta persona emana. Algo con tanta luz no puede llegar a ser malo.

 

¿yo qué sumo?

Aporto mi punto de vista sobre la religión yoruba, el romper esos esquemas que solo te llevan a ritos y sacrificios. Quería tener a la mano la capacidad de evidenciar que era posible reflejar mucho más que lo que teníamos de la religión yoruba como referente, y eso concluyó en un proyecto que denominé Iya mi (mi madre) dentro del lenguaje yoruba.

 

    « Iya mi »

Iya mi, primeramente, es la manera en la que dirijo mi creatividad artística y mis esfuerzos hacia mi crecimiento como artista y homenajeo de igual forma a la presencia de mi madre en mi vida. Siendo así, Iya mi es un proyecto fotográfico, madre de pequeñas series de trabajo donde convergen la fotografía y la religión yoruba con todas las demás manifestaciones del arte. Va más allá de representar rituales y ceremonias, a través de Iya mi es la religión desde mi enfoque, solo se te devuelve en arte, en creación y nuevos métodos de inspiración. Porque cuando investigas y te empapas en el tema, descubres que muchos pilares en los que el arte puede tener nuevas bases se han mantenido ocultos dentro de documentales y fotografías en el que el momento a sido más importante que los protagonistas del proceso, dígase caracoles, signos, refranes, colores, firmas, cuentas, rezos, etc. Además, quería que la fotografía fuera esta vez la protagonista, pero en una sala donde todas las artes iban a concurrir y ella estaría de anfitriona. Es mostrar otra cara al mundo de mi religión siendo iyawo, otra parte de esa mirada.

 

El arte no son más que sueños que idealizamos y tratamos de representar cuando de contarlos al despertar se trata.

Ya no quedaría solamente en nuestras palabras contar esos sueños, sino que dejas observar cómo visualizas ese sueño.

IYAWO es uno de mis sueños.

 

La principal coordenada para la creación de esta serie expositiva fue una persona muy importante en mi vida que hoy no tengo tan cerca, pero que me hizo ser partícipe de su proceso de iniciación, donde me nutrió de todo lo que le aconteció tanto física como espiritualmente. Creo que los sentimientos, las experiencias que se viven son tan intensas y conmovedoras que supe que este sería un tema que tocaría en los corazones de muchas personas mucho más allá del arte y me conduje hacia esa meta. 

Me atasqué miles de veces claro está, soy una persona un tanto hiperactiva y soñadora; un día quería representar cosas de Ifa, otro día de Palo Mayombe, después hermandades y plantes religiosos, no sé, las ideas me llueven cuando toco la religión yoruba. Hasta que un buen día le planteé esta idea a cierto director de Galería Instantáneas Prismas y quedó encantado con la idea y me pidió que fuera mi exposición personal. En ese momento pensé que lo tomaría como otras tantas veces que le había dicho de exponer, pero al despertarme al otro día de la conversación veo en las redes que la promoción de mi exposición ya estaba lanzada y ya no había tiempo de posponerla. Así que busqué más de lo que tenía y creé IYAWO y ahí esta para el disfrute de todo el que la vea y el mío personal.

Una de las bases de Iya mi es fusionar manifestaciones del arte y no es más que la estreches entre la fotografía y el dibujo como representante de las artes plásticas. Esto fue algo que me refrescó un buen amigo músico que tiene hecho Obatala y me preguntó por qué no representar sentimientos que no tenían las imágenes apoyándome en dibujos que pudieran ser digitales y así lo hice. Ciertamente el resultado me encantó. A mi entender las fotos ya hablaban por sí solas, pero con los dibujos son capaces de cantar, de narrar y eso era algo que quería y solo con las fotos no hubiese podido.

 

          I  I   Caminar

O O  Fluir

 O O  Crear

   I  I   Llegar

 

El modelo de la serie, Ángel, sabe que el proceso de puesta en marcha de este trabajo fue completamente improvisado; sabíamos lo que queríamos lograr, pero no nos trazamos guía alguna por la cual debiéramos regirnos más que representar y manifestar un iyawo, una persona que renace y se aferra a su fe, y no necesitábamos más. La creatividad, después de una noche de cansancio y de haber amanecido en las calles, llegó con el asomo del sol y nos dijo que era el momento justo para comenzar a desarrollar IYAWO, y así lo hicimos.

Cada artista hará interpretativo el tema que se aborda y desde su creatividad suelta sus herramientas y hace su aporte.

Si hablamos del baile creo que eso es parte de la buena selección del modelo con el que trabaje para este proyecto. Solo le comentaba qué quería en cada una de las imágenes y él con cierta comodidad y seguridad daba unas poses que el lente supo agradecer. Estoy muy contento de haberle conocido y de que esté estrechamente vinculado a mis obras. Por otra parte, los colores fueron un elemento añadido de la misma localización que es propiamente mi casa, donde los cambios del clima transformaban a través de las ventanas la calidez del entorno. Sufrían así cambios las imágenes y nuestro estado de ánimo fluía en ese trance convirtiéndose casi en una obra de teatro sin guion, sin necesidad de palabras en donde el lente como público salía complacido.

 

La curiosidad de querer saber algo que para muchos es desconocidos como lo es la santería y propiamente el proceso de iyaboraje no tenían la necesidad de un rostro. Son experiencias vividas diferentes en cada una de las personas que lo han atravesado y cada una de ellas refleja su rostro dentro de estas imágenes y se siente identificado cuando las ve, funcionando así para los que ya lo han vivido, puesto que para los que no lo han hecho sería como la guía preliminar de lo que les tocará vivir. Dentro de estas fotos se esconden niños enfermizos, madres que pudieron dar a luz, personas que buscaron estabilidad, batallas contra cáncer y demás enfermedades, moda religiosa e incluso hasta las personas que por alguna razón abandonaron sus piedras y decidieron apartarse de esta religión.

  Orisha Alagbatori

 Mi favorita es Orisha Alagba Tori, una obra donde traté de representar ese momento en el que defines el ángel de la guarda que va a ir a tu cabeza el día en que te consagres en Osha. Y aunque sé que visualmente hay obras muchas más llamativas, esta encierra un recuerdo muy fuerte en mi vida y fue el día en que supe que era hijo de Eleggua. En mi caso, es algo que aún me emotiva cuando lo cuento, sentí ese día más que un ángel protector, un amigo, un padre, un guía, un médico y un apoyo en todos los ámbitos. Pero creo que ese momento es significativo en todas aquellas personas que han definido su ángel de la guarda, es demasiado especial y esta obra es su reflejo.

Quiero ser esa nueva persona que defienda también su esencia a través del arte en cualquier lugar del mundo. Situarme entre grandes presentaciones y dirigir miradas a mi país, a mi religión, a los artistas de mi tiempo que están gritando por ser reconocidos. Hacia esa coordenada se dirige Iya mi, IYAWO, Baltari, todo lo que en materia del arte esté vinculado conmigo.

🙏🏾 a Galerías Instantáneas Prismas por darme esta oportunidad de exponer más que mi arte, mis sueños, a Yoandi y todo su equipo por permitirme ser fundador de este proyecto que ha dado tantas alegrías a pequeños creadores de mi país y del mundo.

🙏🏾 a Marta Ribalta Ribalta, mi madre, que es mi vida y el motivo de mi superación como artista y persona, a mi hermana Ishan, a Belkis y María las cuales hicieron posible el que hoy pueda presentarme como fotógrafo en cualquier lugar que visite.

🙏🏾 a Ángel y Orelvis que estuvieron allí en todo momento impulsando cada momento de creación de esta serie. A Dunia y Leo que me abrieron las puertas de su casa y donde diseñé cada una de las obras.

🙏🏾 a todos mis amigos y familiares muchas gracias, hoy me siento mejor persona gracias a ustedes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!