Asere, ¿qué bolá?
Y para más asere, mientras pienso cómo introducir esta reseña, inunda el cuarto el danzón de Estanislao Serviá “Asere Cipriano”. Ya saben, hay que meterse en ambiente. Luego, Rubén González, Omara Portuondo, Beny Moré…y de los clásicos a Los 4, X Alfonso o a Haydee Milanés. Si tuviera unos chicharrones a mano, también pondría a punto el estómago y el gusto. O esos frigoles que me prepara Dayma y con los que ya estoy lista para todo el día. ¿Cómo será entonces ver la luna desde el muro del malecón? o ¿ir a “oriente donde el sol es más caliente”? O conocer el destino, encontrar al tocotoro y oler una mariposa.
Entre tanto perdónenme la osadía de poner palabras a esta exposición, pero les aseguro que en mi Asturias natal también hay algo de esa cubanía. Las raíces nunca se pierden, incluso cuando han de cruzar los mares.
Ahora, al lío. ¿Qué les espera en “De mi tierra bella?: la identidad cultural cubana retratada por distintos artistas y poniendo en alza diversos aspectos, que no disímiles, pues como todo en la isla converge, se mezcla, sincretiza. Y entonces ¿qué elementos confluyen para dar forma a la cubanía?, ¿cuál es la cultura propia de Cuba? Cuestiones todas ellas abordadas como nadie por Fernando Ortiz quien puso a la isla en la órbita de lo que él bautizó como transculturación; aquí, una pequeña muestra en la que están muy presentes los mestizajes culturales que han construido la singularidad cubana. La religión es sin duda alguna el ámbito más fecundo si hablamos de sincretismo: san Lázaro- Babalú Ayé, Ochún- Virgen de la Caridad del Cobre, Yemayá- Nuestra Señora de la Regla. Doble identificación, pero en verdad son uno solo, uno que ha venido a nacer en tierra tan fecunda y que, por tal, es un ser totalmente original.
En La Habana, que como capital y centro urbano dinámico posee un papel determinante en la construcción de la identidad cultural, corre esa misma savia, el ADN cubano por antonomasia, ya saben…el sincretismo. No es cuestión de repetirse, ha sido y es una realidad decisiva. Las dualidades conviven y convergen en la arquitectura, en los modos de vida y en todo el espacio urbano en general. Pero también aflora la disyuntiva, especialmente en esos jóvenes que han de afrontar la decisión de si seguir educándose y formándose o si ceder ante las perspectivas occidentales y emigrar. Se percatarán de que en la muestra lo cultural se desliza en ocasiones hacia lo social; los límites no son siempre taxativos y hemos optado por no obviar ese contínuum. Asimismo, el arte emerge en cualquier rincón y se alza sobre la decadencia o la pobreza como uno de los asideros de la identidad cubana.
“Un bohío de la campiña lejana” y el café huele bien rico por la mañana, las arrugas atesoran las horas de sol y la mirada tranquila se expande por el campo olvidado en aras de la urbanidad. Un sombrero guajiro abandonado sobre la tierra. ¡Cuánto ha dado esa tierra a vuestra identidad! No había que obviar lo en esta propuesta nuestra. Como tampoco la reunión y el encuentro, el baile, el dominó, el béisbol – ¡la de alegrías que ha dado esa “pelota callejera”!– y cómo no, la música. La otra religión. Llegan los ritmos y… ¡ño! o citando a Martí: “la música es la más bella forma de lo bello”. El alma cubana se baña en melodía.
Se baña también en sus símbolos, en la estrella solitaria o en la mariposa, aquellos que transitan en “De mi tierra bella” y nos llevan de la mano por los distintos elementos, que no todos, que modelan el corazón, las entrañas y la psique de la cubanidad.
Y un papalote echa a volar.
Por: Alexia Santolaya Díaz
Mucha verdad , cubanía, amor y pasión en tus palabras, excelente escrito «De mi tierra bella»👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
«Asere ¿qué bola?»…No hay mejor frase para identificarnos. Este texto nos dibuja, y es una ilustración exacta (como dice Juan Javier) de lo que se muestra en la expo » MI TIERRA BELLA». Esos » elementos que moldean el corazón, las entrañas y la psique de la cubanidad» son nuestro patrimonio, ese que nos identifica entre otros pueblos. No nos hace ni mejores ni peores, simplemente nos identifica.
GRACIAS por tan bellas palabras.
Colega, nos complace sus palabras, sobre todo cuando se refiere a que no somos ni mejores ni peores, simplemente nos identifica. Grandes palabras que engrandecen mucho mas estas obras.
Un texto q es como un viaje, un recorrido a una parte de lo mucho q es la Cubanía y la cubanidad. Un bosquejo detallando el sumus que invocan y evocan las fotografías de la Expo dnd Cuba está atrapada en la mirada crítica, artística, oportuna y sensible de sus autores. Ese es para mí el éxito de esa Expo, la amalgama de colores, sabores, temperaturas, ritmos, sonidos , expresiones: culturales, raciales, tradicionales, urbanísticas. El texto de Alexia es la película, el filme con un Play y Rec encendidos y el grito de alguien que pasa y grita: asere, ¿Qué bolá?
Gracias siempre por comentar y sobre todo por confiar en el colectivo GIP y ser parte también de estas muestras de nuestra isla, que aunque estemos pasando por momentos tristes, nunca dejara de ser una bella Isla.
Colega, nos complace sus palabras, sobre todo cuando se refiere a que no somos ni mejores ni peores, simplemente nos identifica. Grandes palabras que engrandecen mucho mas estas obras.